" Se nos cayeron muros y casas completas. Muchas cosas materiales a las que les teníamos cariño desaparecieron ante nuestros ojos sin que nada pudiéramos hacer. Perdimos seres queridos y de un momento a otro nos sentimos solos y desamparados. Tanta importancia que le damos a la tecnología y nos costó días poder llegar a comunicarnos con zonas cercanas y lejanas. Volvimos a usar el lápiz y muchos de nosotros nos recriminamos por no sabernos los números de teléfono y por no tener batería para comunicarnos. Todo quedó a oscuras, todo quedó en silencio, como una invitación a mirar a lo mas profundo de nuestra alma. ¿Cuántos se dieron cuenta quienes eran los que amaban y descubrieron con sorpresa y tristeza que a lo mejor una relación estaba irremediablemente rota? Claramente no todos contábamos con radios a pilas, velas y todo lo que se nos dice que debemos tener en caso de estas situaciones. Muchos edificios no tenían cargados los sistemas de luz de emergencia, como que pensábamos que nunca íbamos a tener que ocuparlos. Tuvimos miedo, pena, rabia, nos sentimos frágiles, pequeños y vulnerables. Todo esto solo nos lleva a concluir que en esos minutos fuimos más que nunca verdaderamente humanos. Sin muletas, sin ataduras, sin dependencias. Desde nosotros tenían y debían salir todas las soluciones. Poco de lo de afuera nos servía. La oscuridad nos hacia mirar sombras, bosquejos, nos invitaba a escuchar latidos, ritmos respiratorios, abrazos... El glamur, las "fachas" y las ropas dejaron de importar. Perdimos pudores, nos volvimos simples, sensitivos, empáticos y cariñosos. Volvió el día y comenzamos a ver hacia afuera, todo lo cercano aparecía ante nuestros ojos y lo lejano se nos hacia inalcanzable. Sabíamos poco, muy poco de lo que pasaba. Evaluábamos la realidad de acuerdo a lo que nos pasó a nosotros, nos faltaba perspectiva. Había miedo, inseguridad, curiosidad. Ganas de movernos, ansiedad por hacerlo. No saber por dónde empezar inundaba nuestras cabezas. Los más ansiosos, empezaron de inmediato, los más calmados muy de a poco. Algo nos decía que lo que había pasado era grave. La radio, hermoso medio, nunca paro. Lo poco que sabíamos era por ellos. Gente con temple y valentía que merece un premio por el coraje de dejar a los suyos por el mandato de servir a otros traspasando sus propios miedos. Mil gracias a todos ellos. El terremoto, fue como un gran colador que mostró lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Comenzaba el desafío de recuperar la sabiduría de los que no saben nada. Apareció una crisis de valores que tendremos que revisar cuando ya estemos en pie. Los chilenos tenemos que aprender mucho de la solidaridad, de esa que no tiene que ver con campañas, esa de todos los días. Nos falta respetarnos y tolerarnos más. Aceptar que en la empatía esta la verdadera solidaridad. Entender que donar cosas no implica hacer un orden de la casa y sacar lo que no nos sirve. El que haya llevado a la cruz roja un solo zapato en vez del par, es francamente digno de análisis. Y hay que sumar el hecho de que en una campaña solamente no se muestra nuestra capacidad para dar, eso es de todos los días. Aquí hubo saqueos con plata y sin plata. Ambos imperdonables y reflejo perfecto de todo lo anterior. Tal vez esto muestra nuestra falta de desarrollo espiritual y nuestro extremo apego a las cosas. Se nos cayeron las mascaras y los muros, aparecieron nuestras lagrimas, muchas veces expresadas en cuatro paredes. Aparecieron seres de luz haciendo campañas, ollas comunes y gestos de solidaridad que sin duda generaron una sonrisa en el rostro de DIOS. El terremoto del alma es el más lento de sanar. No nos sirve para ello, el dinero, la tecnología y tantas otras cosas en las cuales nos apoyamos. Todo nos sirve y nos ayuda pero tendremos que levantarnos desde adentro para que lo que construyamos afuera sea de una solidez que el próximo temblor no sea capaz de destruir. Usemos el humor, la fe y los afectos, creo que con esto el camino se hará mas fácil para todos".
PILAR SORDO.
Sin lugar a dudas una reflexión aleccionadora para ser tomada en cuenta y muy en correspondencia con las situaciones que vivimos los Pueblos cuando somos afectados por una tragedia. Donde ésta trasciende más allá del fenómeno natural ,pues es en estos eventos cuando nos damos cuenta de cuan desprotegidos estamos. No sólo en lo que se refiere a la prepararación para enfrentar estas tragedias sino tambien en las medidas oportunas que deben ser parte activa de los planes de nación de cualquier país incluyendo obviamente el nuestro ,en los anteriores y en el presente gobierno. Dios ha sido benévolo con nosotros los venezolanos y lo seguirá siendo porque en materia de catástrofes son muchas nuestras debilidades. Aún cuando se hace algo de énfasis en la parte Docente mediante charlas y simulacros ,nuestra deficiencia es inmensa ,pues no se le inyecta un % considerable del PIB a la parte de cómo Actuar ante desastres y fenómenos naturales ,sin contar que no se aplica un mantenimiento preventivo a los cauces de ríos ,quebradas ; lamentablemente el mantenimiento es correctivo ,se hace sobre la marcha..se aplica muy bien aquella frase de EUDOMAR SANTOS " COMO VAYA VINIENDO..VAMOS VIENDO ". Crasso error si algo tienen que aprender las sociedades ,los paises ,los gobiernos es que se minimizan los problemas cuando hay una PREVENCION oportuna y conciente. Y ya que hablamos de Conciencia esta es otra de las Variables que deben trabajarse..activar la conciencia ciudadana.."USAR LA CONCIENCIA..Y NO DEJAR QUE SE NOS DUERMA" .
Ante estos desastres lo que prevalece es la esencia humana como afirma la psicóloga Pilar Sordo. Es en estos eventos cuando sentimos el afecto ,la solidaridad ,el amor de pueblos hermanos .Se nos olvida el Glamour o buen vestir ,de nada nos sirven las tics pues generalmente hay fallas eléctricas que obstaculizan las comunicaciones ..Mantener la humildad ,nunca debemos olvidar de donde venimos ni menospreciar lo que calificamos de obsoleto debido al maravilloso avance tecnológico que possemos y que cada dia se perfecciona.. Pues al BB ,a la portátil sobrevivió el radio ,tuvo protagonismo el radio de pilas..que permitió a los chilenos la información..y ver una luz ante tanta oscuridad que dejó esta tragedia. Esa lucecita irradiada por linternas que les permitió verse los rostros unos a otros ,tranquilizar el temor y el miedo en las caras de los más desvalidos.
Lo material ,lo físico ..demósle el justo valor ,el de satisfacer necesidades . No le demos supremacía sobre los afectos ,sobre el Alma ,el espíritu.
Pues nada nos desestabiliza más que sufrir como dice la autora chilena "UN TERREMOTO DEL ALMA" . Es nuestra esencia ,nuestro código de valores ,nuestros sentimientos los que nos hacen fuerte ante cualquier tragedia .
DELIA DUCREAUX.
